Esta semana santa varios miembros del GMCS, concretamente Vito, Marisa, Pilar, Joaquín, José Alfredo, Pascual, nos hemos desplazado a pirineos con la intención de subir uno de sus picos más emblemáticos, el Monte Perdido, el cual no habíamos subido aún la mitad del grupo, esto y que el pirineo se encontraba a tope de nieve era suficiente para organizar una salida.
Así que el jueves santo salimos de viaje, dormimos en Bujaruelo y el viernes con todo listo para pasar unos días en el refugio de Gris (2.190 mts de altitud ) cogimos el bus que te lleva a la pradera de Ordesa, estos días como el parque nacional se masifica solo se puede subir en bus, a las nueve comenzamos la subida, el cielo estaba con claros y nubes, pero la temperatura era agradable, así en unas tres horas llegamos a la famosa cascada Cola de Caballo donde descansamos antes de afrontar las clavijas de Soaso, un paso vertical equipado con unas cadenas y clavijas que ayudan en la subida, pero más en la bajada…. Superado este paso sin problemas de allí en una hora más llegamos al refugio de Gris, donde dedicamos la tarde a descansar, disfrutar de las vistas, aunque el cielo estaba cubierto, eran nubes altas, y se podía ver el valle de Ordesa y la gente que iba llegando de cumbre, a los que preguntamos y todos nos comentaban que las condiciones de la nieve eran muy buenas, con esas buenas noticias y con unas cuantas risas nos fuimos a la cama muy animados para afrontar al día siguiente la ascensión.
El día de cumbre salimos a las siete de la mañana del refugio, estaba amaneciendo y el día se veía claro, la temperatura era alta y no hacia viento por suerte la nieve estaba dura y eso hacia cómoda la subida, comenzamos las primeras palas de nieve que en un gran zigzag nos llevaron debajo del lago helado, para llegar aún habríamos que superar otra gran pala vertical con nieve dura y de aquí una travesía para llegar al lago helado,( completamente congelado) desde donde se veía la escupidera, y los diferentes grupos que iban subiendo por ella, el día era caluroso, el sol y la subida hacían que el sintiéramos mucho calor, sin embargo unas nubes parecían quedarse colgadas en la cumbre del perdido, empezamos la escupidera con muy buen ritmo hasta una zona llamada el hombro, donde la pendiente subía y la zona que atravesamos era más expuesta, así que decidimos encordar a algunos compañeros y los demás seguir por la huella y detrás de otros grupos que nos precedían, a partir de este punto las nubes nos envolvieron y no nos dejaron ver la última parte de la subida hasta el collado a donde llegamos tras cruzarnos grupos que bajaban y animarnos porque ya nos quedaba muy poco, en el collado descansamos y comentamos que tal íbamos de fuerzas y ánimos, y al comprobar que el grupo iba muy bien seguimos hasta la cumbre a la que llegamos en unos minutos, al no ver nada no sabíamos que la teníamos al lado, así que fotos de rigor, alegría contenida, nos abrazamos y empezamos la bajada con mucha precaución y cuidado, y en nada habíamos superado el paso más delicado y nos encontrábamos otra vez en el lago helado, donde junto a otros grupos que bajaban detrás y delante de nosotros celebramos la cumbre e intercambiamos impresiones y risas, de allí en poco más de dos horas nos plantamos en el refugio donde con una botella de vino que subió uno de los miembros celebramos la tan merecida cumbre.
El domingo aunque habían planes por algunos de los miembros del grupo el día amaneció nevando y solo lo dedicamos a bajar hasta la pradera lo que nos llevó unas cuantas horas,después comer y reponer fuerzas y emprender el viaje de vuelta.
ENHORABUENA a todo el grupo por haber concluido con éxito esta salida , conquistando una cumbre muy bonita, alpina, en condiciones invernales y en uno de los valles más bonitos del pirineo.
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