Encontrar la cumbre normalmente es facil, es el punto mas alto de una montaña. Muchas veces en ella puedes encontrar un monolito con la altitud, un cruz, y si es en Alpes, incluso una estatua de una virgen o un santo. Pero hay montanas en que esto no esta tan claro, su parte final puede ser una arista enorme o una sucesion de rocas y monticulos de nieve en los cuales sin un gps y mucha paciencia es dificil dilucidar cual es la cumbre real, ya que siempre parece mas alto el resalte que tienes al lado.
La guinda la pone la cima del Kangchenjunga, la cumbre no hollada. Un lugar en el que por respeto a los dioses nepalies no hay que poner el pie, sus primeros conquistadores se dieron la vuelta justo en el sitio en que consideraron que no habia duda razonable de que la tenian a su alcance.
Pero llego el alpinismo de competicion y los coleccionadores de ochomiles y todas estas inocentes dudas se estan convirtiendo en enormes polemicas y alcanzando algunas veces tintes dramaticos. Lo que ha ocurrido este año en el Kangchenjunga es solo un ejemplo mas de lo que esta ocurriendo en el himalayismo en los ultimos tiempos. El pisar ese metro cuadrado de cualquier modo y a cualquier precio ha puesto en peligro muchas vidas. Desgraciadamente desde los medios de comunicacion y desde la opinion publica se sigue alentanto esa manera de hacer montana, no hay nada que venda mas que ver a una persona llegar extenuada al borde de la muerte al campo base. Tambien el entorno del montanero hace mucho daño, cuando alguien regresa de expedicion solo se le pregunta si ha pisado la cumbre, nunca que ruta ha elegido, en que forma ha afrontado la escalada, que ayuda ha utilizado, a cuantos metros ha ascendido,….estamos jungando a un todo o nada que nos hace arriesgar al limite, ya que aqui en el himalaya normalmente te estas jugando un ano de trabajo y mucho dinero en una apuesta a cara o cruz. Hay mucha gente ahi arriba jugando a la ruleta rusa, algunos confian en que si sus fuerzas pueden llevarlos hasta la cumbre, alguien podra bajarlos de alli, desafortunadamente esto no ocurre siempre y esta primavera ha vuelto a ser tragica en algunas montanas como el Everest o el Manaslu.
Desde este cyber en Katmandhu intento reivindicar otro modo de hacer montaña, intentando disfrutar de la ascension dia a dia, no asediando y conquistando la montaña, si no disfrutando de ella y con ella. Siempre he querido pensar que me acerco a la montana por simple curiosidad, para intentar conocerme a mi mismo. Hace dos anos en el Cho-oyu me encontre muy comodo moviendome sobre los 8200 mts de altitud y me preguntaba que tal responderia mas alto, de momento no lo he podido averiguar, quiza nunca lo haga, pero he averiguado otras muchas cosas, como por ejemplo que haria si recibiera una llamada de emergencia ocho horas antes de atacar a cumbre diciendo que arriba hay companeros en serios problemas, seria capaz de renunciar a todo por intentar ayudarlos?. Ya lo se. Cuando todos descienden en busca de la seguridad del campo base, sere capaz de quedarme el ultimo para ayudar a los companeros mas afectado, olvidandome de mis propias lesiones? Ya lo se. Sere capaz de soportar la tension de seis interminables dias de espera aislados en el campo base, intentanto junto con los companeros mantener a flote la superdeteriorada salud de un amigo. Ya lo se.
Estas y otras muchas cosas como haber conocido en persona a la elite del montanismo español e internacional asi como a grandes seres humanos, hacen que haya valido la pena para mi venir al Kangchenjunga, y han sido mi cima. Mi cima geografica? la alcance junto a Alberto Zerain sobre las 10 de la noche del dia 18 de mayo cuando alcanzamos a las ultimas personas que bajaban de cumbre y les ofrecimos nuestra ayuda. Alberto me pregunto si queria continuar para cumbre, en unos segundos tome mi decision, me encontraba muy bien, pero a esas horas llegariamos a cumbre de madrugada cuando mas frio hace, no teniamos ni comida ni agua, quiza consiguiera la cumbre pero era seguro que iba a pagar por ello un alto precio. Asi que me quede con la botella de oxigeno que portaba Zerain para ayudar,(la cual podria haberme dado la cumbre con facilidad de haberla utilizado) y no le desee suerte, solamente le pedi prudencia y le vi subir en la noche como si fuera ese niño de la pelicula que ve salir volando a Superman de su lado. Si hay alguien que puede hacerlo es el, seguro, pense. Mire mi gps, 7998 mts, subi durante cinco minutos mas, mire a mi alrededor y no pude ver nada, este lugar es igual de bueno que cualquier otro, y descendi los mas rapido que pude para acompañar hasta el campo IV, a los ultimos supervivientes de sus respectivas cumbres.
Miguel Fernandez – GMCS
Un aporte muy interesante. Gracias por la información. Saludos.